Mudanças e desafios para a aplicação do RDA
Recentemente postei o resumo do artigo “RDA, el nuevo código de catalogación: cambios y desafíos para su aplicación” das autoras Paola Picco e Virginia Ortiz Repiso, publicado na Revista Española de Documentación Científica.
O artigo, muito bem escrito, apresenta um panorama cobrindo várias questões relacionadas ao RDA e ao contexto atual da catalogação, tais como uma categorização dos padrões, princípios, modelos, etc., os modelos conceituais FRBR e FRAD, a estrutura, os cenários de implantação e a adoção do RDA, o movimento linked data e a Web Semântica.
“El mundo de los catálogos, en la actualidad, está sufriendo numerosos cambios para poder acompasar el ritmo tecnológico imperante. Nos encontramos, en este momento, en una etapa de transición en la que las normas y formatos tradicionales siguen empleándose de forma mayoritaria. Pero comienzan, al mismo tiempo, a materializarse nuevas formas para los catálogos que, con seguridad, se consolidarán en los próximos años. Este cambio es absolutamente necesario, ya que la catalogación está marcada por el entorno manual en el que fue creándose y desarrollándose. Ahora es tiempo de adaptar las prácticas antiguas a un nuevo medio para que el catálogo siga representando un papel importante entre el gran número de recursos de información a los que tenemos acceso.
Respecto a las RDA debemos señalar que van a producir un cambio muy significativo en la forma de trabajo del catalogador, la nueva estructura basada en las FRBR y FRAD obliga a cambiar las dinámicas tradicionales de trabajo. Conduce a incorporar una nueva terminología y forma de pensar al momento de catalogar. Con respecto a la creación de los registros bibliográficos, si se sigue utilizando el formato MARC21, los cambios que se introducen son mínimos. Ahora, la gran incertidumbre se plantea en las nuevas modalidades de implementación, que podrán adquirir éstos a partir de los desarrollos que surjan con la utilización de las herramientas de la web semántica, pero que, en todo caso, es todavía muy pronto para concluir al respecto.
Por otro lado, parecería que las RDA no responden de forma adecuada al planteamiento de simplificar la catalogación, los resultados a priori que arroja esta investigación hacen presumir que deberán ser utilizadas por catalogadores con mucha experiencia, alejándose cada vez más de otras comunidades que podrían interesarse en su aplicación, como son los editores, archivos, museos, y así poder ampliar el universo de cooperación.
Después del estudio realizado, nos preguntamos si el modelo vigente de la catalogación, que propone dar respuesta desde un único código al variado universo bibliográfico es el adecuado. O si tal vez, la variedad de recursos y sus características intrínsecas requieren varias herramientas que contemplen de forma específica el tratamiento de cada uno de ellos, dando respuestas más sencillas y flexibles. Y que, por último, que sean las tecnologías las que desarrollen mecanismos que permitan subsanar lo que los estándares de descripción no pueden hacer. En esta línea orientaremos nuestra investigación, para aportar en esta necesaria discusión que debemos abordar en la comunidad de catalogadores.
Por último, no podemos concluir sin hacer referencia a los desafíos tecnológicos que implica adoptar el nuevo código. Como ya lo mencionamos, las RDA son independientes de las normas de almacenamiento y presentación de datos, brindándoles a las instituciones la posibilidad que adopten los mecanismos que sean más adecuados a sus necesidades. Pero esta libertad es bastante limitada por dos razones; la primera es la disposición real de tecnologías que sean coherentes con el planteamiento del código, mencionamos como ejemplo que se definen elementos básicos para describir cualquier recurso, y por lo tanto, en algún lugar, se deben registrar: la incorporación de los campos 336, 337 y 338 son solo una muestra.
La segunda limitación tiene que ver con la compatibilidad de los registros que se generen en modelos nuevos, es decir, tiene que ser un instrumento que permita intercambiar la información con las demás bibliotecas, especialmente en un momento de transición, en donde cada institución lo hará a su ritmo, según sus posibilidades y «creencias», lo que provocará que convivan simultáneamente registros generados a partir de las AACR con los nuevos según las RDA.
Delsey (2009) definió los tres posibles escenarios de implementación; el segundo y el tercero corresponden a los catálogos disponibles en la actualidad, pero el primero es toda una incertidumbre. El gran desafío que tenemos por delante es interesar a la comunidad informática en que se involucre en proyectos de desarrollo de software con las características definidas en ese nuevo escenario.”
Parabéns Pelo Blog Fabrício o/
Obrigado Renato!